Villandry


Villandry fue construido en 1536 por Jean le Breton, ministro de Finanzas de Francisco I. Para ello derribó una fortaleza medieval, cuya torre principal es lo único que subsiste en la actualidad.

En 1754, el marqués de Castellane, descendiente de una familia provenzal, tomó posesión del castillo y lo reacondicionó para adaptarlo a las comodidades del s. XVIII.

En 1906, el castillo fue adquirido por el español Joachim Carvallo, bisabuelo del actual propietario, quien creó jardines según el estilo de los que existían en el s. XVI, en perfecta armonía con la arquitectura existente. Abandona su brillante carrera científica junto al profesor Richet (Premio Nobel de medicina en 1913) para entregarse a Villandry.


Galerías con arcadas, ventanas con montantes rodeados de pilastras lujosamente decoradas, altos tragaluces de perfil esculpido, techados de pizarra con fuertes pendientes y amplios volúmenes adornan un patio do honor de extraordinarias y elegantes proporcionas.

El Patio de Honor

Aquí el arquitecto emplea con distracción un sinfín de secretos para evitar la impresión de monotonía que el respeto excesivo de la simetría suele conferir: el perfil de las fachadas se refleja en los fosos, los ángulos del pabellón principal son ligeramente agudos y obtusos, la longitud de las alas no es idéntica, las ventanas centrales no se alinean exactamente en el centro de edificio, los espejeos de las sombras se han calculado con sutileza... El castillo y los jardines alcanzan su máximo esplendor dos horas antes de la puesta de Sol.

Aunque Villandry está próximo a Azay-le-Rideau y su construcción sea casi contemporánea, las influencias italianizantes y los motivos medievales (torretas, campanarios, matacanes decorativos) desaparecen por completo prefiriendo un estilo más sencillo, puramente francés que, especialmente en la forma de los techados, anticipa Anet Fonainebleau y lo que posteriormente se denominaría estilo Enrique IV.


La originalidad de Villandry no reside sólo en su diseño arquitectónico innovador, sino que también consiste en la utilización que se hizo del propio emplazamiento para construir en él, en plena armonía con la naturaleza y la piedra, unos jardines de una magnífica belleza. Se trata de un pequeño valle, por el que transcurre un riachuelo que permitió diseñar la meseta de Sur a Norte, ha permitido diseñar un jardín en tres niveles.

EL CASTILLO. PLANTA BAJA.

El Vestíbulo

Esta Sala ofrece referencias para la comprensión general de Villandry.
- La maqueta permite situar al castillo y los jardines organizados en tres terrazas distintas: el huerto, el jardín y las fuentes.
- Las fotos y los grabados muestran la evolución arquitectónica del castillo y de los jardines desde la época medieval hasta nuestros días.
- Los paneles y el friso cronológico presentan a los diferentes propietarios, que han ido dejando en Villandry su huella visible y perdurable. En particular: Jean le Breton (s. XVI), el marqués Michel-Ange de Castellane (S. XVIII), la familia Hainguerlot (s. XIX) y finalmente el matrimonio Joachim Carvallo y Ann Coleman (principios del s. XX).

El Salón


El mobiliario de este salón del del s. XVIII. Los sillones y butacas están recubiertos con sedas procedentes de una fábrica turonense, que en la actualidad sigue produciendo una gran variedad de telas de seda. Las fotografías dispuestas sobre los muebles, así como el tamaño de esta estancia remarcan el hecho de que Villandry es, ante todo, una residencia familiar de dimensiones humanas.

El Cuarto de Trabajo


Situado en la planta baja de la torre principal, era el lugar de trabajo preferido por Joachim Carvallo. Es ese cuarto elaboró especialmente los planos de cultivo del huerto. La torre principal es la parte más antigua del castillo: data del s. XII. Por otra parte, en esta fortaleza medieval el 4 de julio de 1189 se firmó La Paz de Colombiers entre Enrique II Plantagenêt, rey de Inglaterra, y Felipe Augusto, rey de Francia.

El Salón Comedor


El marqués de Castellane fue quien decoró esta estancia en el estilo s. XVIII: el revestimiento de madera, de la época de Luis XV, sustituye a la tapicería, mientras que en el suelo el mármol sucede al parqué.


Las ventanas ofrecen una hermosa vista sobre los salones de ornamento, diseñados como verdaderos salones al aire libre. Esta estancia, de tonos rosa salmón y embellecida con una fuente, evoca el origen provenzal del marqués. Desde 1934 figura entre los edificios considerados Monumentos Históricos.

La Cocina


Es la única estancia rústica del castillo con sus baldosas hexagonales de terracota, su imponente chimenea y sus paredes de piedra vista. Presenta todos los elementos de una cocina antigua: mesa de roble, cacerolas de cobre y asador.

La Escalera de Honor

De piedra franca, fue construida por el marqués de Castellane en sustitución de una escalera octogonal accesoria que se encontraba en el patio de honor. Las iniciales del marqués Michel-Ange de Castellane están entrelazadas a la altura de los escalones de la rampa de hierro forjado, típica del s. XVIII. Esta escalera también fue catalogada en 1934 como Monumento Histórico.

EL CASTILLO. PLANTA PRIMERA.

Tradicionalmente las habitaciones de la primera planta estaban reservadas al cabeza de familia y a sus invitados. En la actualidad han sido restauradas y reacondicionadas, pero su volumen y su distribución en el ala Oeste del castillo datan del s. XVIII y se debe a la remodelación dispuesta por el marqués de Castellane.

La Habitación del Príncipe Jérôme


La primera habitación, de colores vivos, es la del príncipe Jérôme, hermano menor de Napoleón que fue propietario de Villandry durante algunos años bajo el Imperio. Por lo tanto, el mobiliario de esta estancia es de estilo Imperio, lo mismo que la decoración: muebles de caoba, tapicería de seda en rojo y tornasolado, trampantojo, drapeados y lanzas militares.

La Habitación de Joachim Carvallo


Gran restaurador de Villandry y creador de los jardines, Joachim era un erudito, apasionado por el arte, la arquitectura y la historia. Su habitación es una estancia que parece austera pero se beneficia de una magnífica vista a los jardines: el jardín ornamental hacia el Sur y el huerto hacia el Oeste. En cuanto a los cuadros y la estatua de San Francisco, recuerdan el lugar preponderante de la fe cristiana en la vida de Joachim.

La Biblioteca

La biblioteca reune obras y objetos relativos al matrimonio Carvallo. El conjunto ofrece algunas pistas para comprender cuáles pudieron ser las motivaciones que los guiaron y los pasos que dieron para sacar adelante las obras de Villandry.

La Habitación del Huerto


Esta habitación ofrece un magnífico panorama sobre el huerto. El parquet, obra maestra del s. XVIII, combina diferentes tipos de madera que armonizan en un bello camafeo de tonos caoba.

La Habitación de los Fosos


También decorada en estilo XVIII, esta habitación era la de Ann Coleman, la mujer de Joachim Carvallo. Los cuadros representan a tres de los seis hijos de la pareja y fueron pintados por Milcendeau, famoso pintor de la región de la Vendée, amigo de Joachim y Ann.


La Galería de Pinturas

Joachim Carvallo y su mujer, Ann Coleman, fueron apasionados coleccionistas de cuadros antiguos, con una predilección por el Siglo de Oro de la pintura española, el s. XVII, y en 1906 adquirieron el castillo de Villandry para exponer en él su colección. En efecto, sus cuadros habían alcanzado gran notoriedad antes de la guerra, pero más tarde, la colección se dispersó como consecuencia de las sucesivas herencias. A pesar de ello, Villandry sigue contando en la actualidad con una bellísima colección de cuadros que Henri Carvallo, bisnieto de Joachim, trata de reconstituir. La mayor parte de esas obras pertenece a la corriente realista española, surgida del encuentro entre los modelos flamencos e italianos. Numerosas obras reunidas en esta galería o expuestas en otras estancias del castillo son pinturas religiosas.

El Salón Oriental

El artesonado procede del palacio de los duques de Maqueda, construido en el s. XV en Toledo. El palacio fue desmantelado en 1905 y Joachim carvallo se llevó uno de los artesonados a Villandry, mientras que los otros tres se conservan actualmente en grandes museos internacionales. La reconstitución de este artesonado, formado por 3600 piezas, requirió un año de trabajo.

De estilo mudéjar, realizado por artesanos musulmanes por encargo de cristianos, combina los elementos decorativos representativos de los artes cristianos y morisco. Las cuerdas franciscanas, las conchas de Santiago, los motivos florales y los escudos heráldicos de los soberanos se unen a los almocárabes (arabescos en forma de lazos), los dorados y las inscripciones arábigas. Las pinturas expuestas bajo el artesonado muestran cuatro escenas de la vida del marqués Michel-Ange de Castellane cuando era embajador de Francia ante la Puerta Otomana (actual Turquía) en representación de Luis XV.

EL CASTILLO. PLANTA SEGUNDA.

Las Habitaciones de los Niños


La segunda planta comunica a la derecha con dos habitaciones de tamaño modesto: las habitaciones de los niños. En ellas los niños pueden admirar los juegos y los libros expuestos en la vitrina, así como ropas bordadas, una cuna y otros objetos.


El Torreón


Desde lo alto de esta torre se dominan los jardines y se tiene un magnífico panorama del valle, en el que los ríos Cher y Loira corren paralelos a lo largo de unos 15 kilómetros. Este paisaje está considerado por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad.

LOS JARDINES


Villandry, construido hacia 1536, es el último de los grandes palacios edificados a orillas del Loira en el Renacimiento. Para levantarlo, Jean le Breton, ministro de Finanzas de Francia de Francisco I, mandó arrasar una antigua fortaleza del s. XII de la que, actualmente, sólo quedan los cimientos y el Torreón. Es en esta fortaleza en la que, el 4 de julio de 1189, se celebró La Paz de Colombiers (nombre de Villandry en la Edad Media), durante la que Enrique II Plantagenet, rey de Inglaterra, reconoció su derrota ante Felipe Augusto, rey de Francia.

En nombre de la corona, Jean le Breton dirigió en parte la construcción de Chambord, y a su lado, mandó edificar una réplica en miniatura de Villandry: Villesavin. Los descendientes de Jean le Breton conservan Villandry hasta 1754, cuando pasa a manos del marqués de Castellane, embajador del Rey, perteneciente a la ilustre familia de la Provenza. Éste ordena construir las dependencias actuales de estilo clásico a ambos lados del antepatio y reforma el interior para adecuarlo a las normas de confort del s. XVIII.


Joachim Carvallo empieza por restaurar el castillo y a continuación se propone restituir los jardines del renacimiento, inspirándose en una fuente literaria. Estudia la obra Les Plus Excellents Bastiments de France (Los edificios más bellos de Francia) del arquitecto del s. XVI Androuet du Cerceau, que describe la organización de los jardines franceses del Renacimiento. Por último, concluye su estudio con excavaciones arqueológicas que desvelan los vestigios del antiguo jardín a la francesa. Combinando estas dos fuentes, logra restablecer los jardines actuales.

En 1924, Joachim carvallo, funda Demeure Historique, primera asociación que congrega a propietarios de edificios históricos, convirtiéndose en un pionero de la apertura de monumentos al público.

El Jardín Decorativo

Se ubica en la zona superior de la huerta. Se considera como la ampliación de los salones del castillo. Lo ideal es subir al mirador para disfrutar de una perspectiva general y observar los cuatro cuadrados que con forman los jardines del amor:


1.- El amor tierno. Corazones separados por pequeñas llamas. En el centro, máscaras empleadas en los bailes.


2.- El amor apasionado. Los corazones rotos por la pasión están dispuestos de forma dinámica para ilustrar las danzas con claridad.


3.- El amor fugaz. Los cuatro abanicos de los ángulos simbolizan la ligereza de los sentimientos. Entre estos, se hallan los cuernos del amor traicionado.


4.- El amor trágico. Los dibujos representan filos de puñales y las espadas empleadas en los duelos provocados por rivalidades amorosas. Las flores rojas recuerdan la sangre derramada.

El Bosque

Deambular por el bosque permite disfrutar de unas bellísimas vistas de los jardines, del pueblo y del valle. El camino se sitúa a 30 metros de altura con respecto a los jardines. En el extremo Sur del recorrido, el visitante descubrirá pequeñas terrazas floridas en torno a los invernaderos y el encantador Pabellón de la Audiencia del s. XVIII.


En el centro-izquierda se reconoce fácilmente la cruz de Malta; a la derecha la de Langedoc y a la izquierda la del País Vasco. A lo largo de los fosos se extiende una delicada composición de lis.

Al otro lado del canal está el segundo salón. El boj alude de forma simbólica a la música. Se observan liras, notas musicales estilizadas y candelabros que iluminan las notas musicales.

El Jardín del Agua


Esta composición de inspiración clásica se sitúa en el nivel superior al del Jardín Decorativo, en el extremo Sur de la propiedad. Se articula en torno a una gran superficie de agua en forma de espejo de estilo Luis XV y está rodeada de tilos.

El Jardín del Sol

El Jadín del Sol es el más tardío. Es un lugar único. Está constituido por tres espacios verdes. En la Habitación de las Nubes, se han plantado arbustos y plantas perennes azuladas y blancas.
La Habitación del Sol, de tonos naranjas y amarillos, resplandece en torno a un majestuoso estanque en forma de estrella. La Habitación de los Niños recoge sus risas y sus juegos bajo la apacible sombra de los manzanos.

El Laberinto

Rebosante de magia, el laberinto simboliza el caminar del hombre en la Tierra. De inspiración cristiana y contrariamente al laberinto griego, no esconde vías sin salida. El visitante no ha de concentrarse en encontrar una salida, sino en elevarse humana y espiritualmente mientras camina hasta la bella cabaña central.

El Jardín de los Simples

Entre la huerta y la iglesia, puede admirarse este jardín tradicional de la Edad Media dedicado al cultivo de plantas aromáticas culinarias y medicinales.

La Huerta


Entre el castillo y el pueblo se halla la huerta del Renacimiento. Sus nueve cuadrados idénticos con motivos geométricos variados en el interior y sus hortalizas de diferentes colores alternados (azul del puerro, rojo de la col y la remolacha, verde jade de las matas de zanahorias) crean un tablero multicolor. El origen del jardín de hortalizas se remonta a la Edad Media, cuando los monjes que habitaban las abadías gustaban de disponer sus hortalizas creando figuras geométricas, en particular en forma de cruz. Los rosales de pie alto dispuestos simétricamente simbolizan los monjes labrando la tierra.


La segunda influencia proviene de Italia. Aporta a la huerta monacal sus elementos decorativos: fuentes, cenadores y cuadrados florales.
Los jardineros franceses del s. XVI unieron las dos inspiraciones (monacal e italiana) con el fin de crear un entorno adecuado para las rosas y las hortalizas nuevas procedentes de América. Lo denominaron huerta decorativa. El arquitecto del s. XVI Androuet du Cerceau describió los jardines y los planos que a su vez inspiraron a Joachim Carvallo para restituir este entorno a principios del s. XX.

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Toda la información escrita pertenece al desplegable de la visita al castillo de Villandry.
Página web del castillo de Villandry.

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