Angers

FORTALEZA Y RESIDENCIA FASTUOSA

El emplazamiento, un promontorio rocoso que domina el Maine, estuvo ocupado por el hombre desde el neolítico.
En el s. IX, la amenaza de los normandos llevó al conde de Anjou a instalar un puesto de alerta. La dinastía angevina de los Plantagenêt le sucedió tres siglos más tarde y reinó desde los Pirineos hasta Escocia.
En el s. XIII, la regente Blanca de Castilla hizo edificar la fortaleza para concentrar en ella las tropas reales.

En los siglos XIV y XV, los duques de Anjou Luis I, Luis II y el rey Renato, príncipes ilustrados y amentes de las artes, llevaron en el castillo una brillante vida cortesana. Sus numerosas estancias en Nápoles influenciaron su arte de vivir y su concepto de la arquitectura.

RECINTO MILITAR Y PRISIÓN

A finales del s. XVI, durante las guerras de Religión, por orden del rey Enrique III, el gobernador de la fortaleza, Donadieu de Puycharic, hizo enrasar los tejados de las torres y las murallas para adaptar la fortaleza a los progresos de la artillería. Más tarde, se convirtió en un simple recinto de seguridad que sirvió de cárcel en múltiples ocasiones.

DOS ARQUITECTURAS ENTRELAZADAS

Desde el exterior, el castillo se impone con sus torres macizas y su recinto, de una longitud de cerca de 1 km. Esta ciudadela del poder real está flanqueada por 17 torres en las que se alternan el esquisto oscuro (o pizarra) y la caliza dorada. Con una altura de unos 30 metros, estas torres presentan 3 ó 4 niveles de saeteras algunas de las cuales fueron sustituidas a finales del s. XVI por troneras. Cada puerta del castillo estaba defendida por un doble rastrillo rematado por un matacán.

LA RESIDENCIA SEÑORIAL

Dentro de la fortaleza se disfruta de una vista de conjunto de los elegantes edificios y jardines, repartidos en una superficie de 25000 m2.
En los siglos XIV y XV, el conjunto de edificios organizados alrededor del patio constituía un edificio privado y administrativo separado del resto de la fortaleza.

El castillete del s. XV, pintoresco por sus torrecillas de ángulo ornamentadas con chapiteles, es el porche de entrada de la residencia señorial del castillo y la separa de los demás espacios semipúblicos.

El patio señorial está delimitado por un ángulo de fortaleza y los diferentes edificios construidos por los condes y los duques de Anjou entre los siglos IX y XV.

La vivienda real fue reconstruida en el s. XIV por Luis II y hacia 1450 el rey Renato le añadió una galería. El edificio está siendo restaurado después del incendio que asoló la parte superior en enero de 2009.

Capilla (izda.) y vivienda real (dcha.)

La capilla de una sola nave fue construida hacia 1410 por Yolanda de Aragón, esposa de Luis II, y destaca por la amplitud de sus proporciones y por su bóveda angevina.

EL RECINTO

La Torre del Molino incluía antiguamente un molino de viento. Con una altura de 40 metros, la torre ofrece un panorama único de la ciudad, el castillo y el Maine.

El camino de ronda, sobre las murallas, fue reacondicionado a finales del s. XVI después del enrase de las torres que tenían más de 10 metros de altura y rematadas por chapiteles de pizarra. Una fortificación de tierra en el interior de los muros del recinto permitió crear terrazas de artillería.

Las plantaciones: la viña se cultivaba de manera tradicional con tutores de pizarra. En cuanto al jardín colgante, está plantado con especies conocidas en la Edad Media: plantas medicinales, hierbas aromáticas y flores reproducidas en el tapiz del Apocalipsis.

La puerta de los Campos, originalmente entrada principal del castillo, consta de dos grandes torres y un sistema de cierre con rastrillos y matacanes.

La vivienda del gobernador, del s. XVIII, ha conservado un elemento más antiguo: la torrecilla con escalera de pizarra del s. XV.

Vivienda del Gobernador (izda.) y puerta de los Campos (dcha.)

La galería del Apocalipsis. Este edificio se construyó en 1954, donde antes había otros edificios, para presentar y conservar el monumental conjunto del tapiz del Apocalipsis. La galería fue remodelada en 1996.

Del palacio condal edificado por los condes de Anjou del s. IX al s. XII, sólo subsisten los muros de la gran sala de recepción.

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EL TAPIZ DEL APOCALIPSIS

Fotografía de Kimon Berlin

Un encargo excepcional
El tapiz sigue siendo hoy en día una obra tejida de dimensiones excepcionales: unos 100 metros de longitud por 4,5 metros de altura. Encargado en 1375 por Luis I, duqu de Anjou y hermano del rey Carlos V, fue finalizado probablemente en 1382. A pesar de las degradaciones sufridas con el transcurso del tiempo, nos ha llegado lo esencial.

Una reinterpretación
Esta ilustración del Apocalipsis de San Juan (texto del s. I d.C.) muestra, en el enfoque de las escenas, la huella del contexto político de su época: el de la guerra de los Cien Años, sucesión de conflictos que opusieron a Francia y a Inglaterra desde 1337 a 1453. El tapiz evoca con realismo los estragos de la guerra, saqueos, la peste, hambruna, etc.

Una costosa producción
El tapiz se tejió en 7 años -un plazo rápido para una obra de estas dimensiones-. Es exclusivamente de lana y está constituido por seis piezas que comienzan por un gran personaje seguido de dos registros de siete escenas.
El pintor oficial de la corte, Jean de Bruges, fue el autor de los cartones, es decir, de las maquetas previas al trabajo de tejido. El artista, probablemente inspirado por las ilustraciones de los manuscritos dedicados al Apocalipsis, compuso escenas muy legibles situando figuras monumentales sobre fondos lisos o floridos.

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La información escrita pertenece al desplegable entregado en las taquillas del castillo

Página web del castillo de Angers.