sábado, 29 de septiembre de 2012

De Valencia a Nevers

24/08/12

Viaducto de Millau (Francia)

No se puede decir que hoy sea el principio de la ruta, pero sí del viaje. Al final nos decantamos por la opción del coche para llegar a Nevers como hicimos en la ruta del Danubio.


Un madrugón considerable y muchas horas al volante siguiendo las indicaciones de los mapas, sobretodo los últimos 200 km en los que se deja la autopista (en los que no se puede pagar el peaje con tarjeta VisaElectrón o Maestro).

Nuestra primera idea era la de ir al camping que se encuentra a orillas del Loira, antes de cruzar el puente por el que se entra en Nevers, pero ya nos dijeron que estaba completo, así que tuvimos que reservar una habitación de hotel; después de 11 horas en el coche, dormir sobre colchón no nos parecía mal.

Plaza Carnot (Nevers)

Después de alojarnos y buscar un sitio que no fuese de pago donde dejar aparcado el coche (las plazas de pago, tipo la zona azul, se identifican porque la palabra Payant está en el suelo), aprovechamos para dar una vuelta por la ciudad y estirar las piernas.


El casco antiguo de Nevers se encuentra entre el Loira y el parque Roger Salengro y es en esta zona donde, no muy separados entre sí, se puede ver la iglesia barroca de Sainte Marie (1634),


la catedral de Saint-Cyr-et-Sainte-Julitte (S. XVII), de estilo románico y gótico



Reloj de Sol con la inscripción: Vigilate nescitis cua hora luminis aspectu redamentur luminis autor (Vigilad porque no sabéis en que momento el creador de la luz será revestido con el resplandor de la luz) -1781-



o el palacio de los duques de Nevers (s. XV-XVI).


También callejeando hay algunos elementos curiosos como una garita del s. XV en la c/ Albert Morlon


Y muy cerca de la estación de tren la Porte du Croux, quizás el monumento más característico de Nevers. Una entrada a la ciudad con claro porte defensivo de 1394-98.


Terminada la vuelta volvimos al hotel a cenar y dar por terminada la jornada, no sin antes repasar que lo que dejábamos en el maletero del coche no lo echaríamos en falta los siguientes días.


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Alojamiento en el hotel Balladins.
Las bicicletas pasaron la noche en la antigua recepción, ahora usada como almacén, bajo llave.

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